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A pesar de todo, sin límites

José Job Perea
José Job Perea

August 16, 2014

José Job Perea

José Job Perea

Me llamo José Job Perea Delgadillo, nací el 7 de diciembre de 1994 y desde que tengo memoria he sido miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Tuve una infancia como cualquier otro niño de mi edad, asistía a la escuela, jugaba y corría. Cuando cumplí 6 años mis padres empezaron a notar que no podía brincar ni subir escalones por mí mismo, después de consultar con varios médicos especialistas de diferentes hospitales se llegó a la conclusión de que tenía un padecimiento llamado distrofia muscular de Duchenne (una enfermedad progresiva que causa destrucción y debilidad de los músculos de todo el cuerpo, causando incapacidad).

Alrededor de los 14 años empecé a notar un sentimiento de vacío, soledad y una extraña necesidad de encontrar a alguien que me amara a pesar de mi condición física, conforme pasaron los meses me dí cuenta que sentía una atracción sexual hacia los chicos, yo pensaba que era algo normal así que no le tome mucha importancia. Una noche en mi desesperación implore en oración a Dios pidiendo que encontrara un chico digno y capaz de amarme a pesar de todo. Paralelamente, en esas semanas a mi madre y a mí nos visitaban para darnos mensajes de la iglesia las maestras visitantes, en una ocasión yo creo que por lo deprimido que me veían me dijo una hermana que invitaría a sus hijos a visitarme y jugar Xbox, al principio yo era muy serio y casi no hablaba, pero pasados unos meses realizábamos muchas actividades juntos, esto me dio animo y empecé a asistir con regularidad a la iglesia y las actividades que se llevaban acabo en mi barrio.

Pasado un tiempo llegue a sentir por mi amigo sentimientos especiales que me parecían inapropiados, me fui enamorando sin darme cuenta hasta que era demasiado tarde y todo se convirtió en amargura y desesperación. Fui conociendo más sobre aquella historia de Sodoma y Gomorra, y también escuché las opiniones de algunos líderes de la iglesia, descubrí que sus opiniones eran contrarias a mis sentimientos y que la homosexualidad era la causa de algunas desgracias, decidí cambiar o al menos tratar de ocultar mis sentimientos. Una tarde siendo honesto con mis amigos les conté que soy gay, aparentemente ese día tomaron el asunto de buena manera, pero pasados 3 días tuve una discusión con ellos por que decían que no tolerarían tener un amigo con una atracción hacia personas del mismo sexo, y aunque yo lo negara ellos jamás me creerían.

Esa noche fue muy dolorosa, lloré intensamente y pensé en suicidarme para acabar con todo; a la mañana siguiente ellos vinieron a mi casa a ofrecerme “ayuda” para cambiar, me ofrecieron presentarme mujeres jóvenes de la iglesia, realmente eso me dolió mucho dado que la verdadera amistad debe ser incondicional sin importar nuestras diferencias. Dentro de mi corazón los he perdonado. Mi más profundo deseo es que llegue un día en que en nuestra iglesia nos acepte tal y como somos y estos temas de discriminación sean cosas del pasado, nos falta mucho camino por recorrer pero estoy seguro que si tenemos fe nada es imposible. Comencé a escribir como una manera de expresar mis sentimientos, mis deseos de libertad, de amor y de amistad, que fui experimentando durante esa etapa de mi vida la cual viví intensamente a pesar de mis circunstancias, sin darme cuenta fui reuniendo varios pensamientos y entonces surgió la idea de registrarlos para posteriormente editar un libro llamado “Mi montaña, una tarde amarilla y yo”, que pronto presentaré.

Yo sé que nuestro Padre Celestial nos ama y nos bendice. A pesar de nuestras diferencias ante sus ojos todos somos iguales.

1 Comment

  1. OmarElías Valenzuela Escobar on September 7, 2015 at 6:19 AM

    Compañero:

    Has tenido mucha fuerza y coraje.

    Pese a todo mantienes la fe, eres un ejemplo.

    Cariños

    Omar Valenzuela
    Chile-Santiago
    [email protected]

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