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Historias de mujeres y personas no binarias que encontramos en internet

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June 13, 2017

Compilado por Jenn Lee Smith

Traducido por David Mans

Bienvenidos a las historias de mujeres mormonas no-Heterosexuales y compañeros no-binarios traídos de todos los lugares de internet. Podrás encontrar citas del contenido con su respectiva categoría,  también como los links de todo el contenido. He intentado encontrar tantas historias como me fue posible, espero que te sean útiles. Si tienes historias, que sumen a este contenido y que quisieras que aparezcan aquí, por favor contacta a Kathy Carlston para las historias en inglés y David Mans para las historias en castellano.

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Ensayos y Blogs:

 

Imaginación e Integración: Reflexiones de sanación y trauma de la comunidad LGBT mormona a un año de la nueva política.

Laura D., 5 de noviembre 2016

«Escuchando a las personas LGBT o atraídas hacia su mismo sexo que aún quedan en la Iglesia, empujando fuera sus necesidades homo-románticas o sexuales y buscando emprendimientos con significado más importante y amistades cercanas con su mismo sexo, en una estrategia común para ayudar a consolar el dolor y los desafíos propios de abstenerse de tener una relación con personas de su mismo sexo,

»Escuchando a los miembros de la comunidad LGBT que están, sea buscando una relación amorosa con una persona de su mismo sexo, que dolorosamente abandonan la Iglesia y la comunidad/práctica religiosa que aman y se enfocan en buscar a Dios de modo individual, es, aparentemente, la forma más común de resolver este problema, sumando el hecho a buscar comunidades alternativas de apoyo. En ambos generales rumbos, espero que los observadores externos puedan sentir la belleza de la resiliencia del espíritu humano para enfrentar las increíbles pérdidas relativas a estas decisiones. Lo que también espero es que se incremente el enfoque de la necesidad de una continua imaginación y creatividad de parte de la comunidad SUD como un conjunto; para avanzar en el proceso de integración para facilitar la sanación, como una alternativa a la primera orden de copiar que empuja las cosas lejos».

 

 

Por qué me siento responsable por el cambio de políticas

Katheen M., agosto 2016

«Cuando el 4 de noviembre se conoció la política de exclusión gay, me di cuenta e ese momento que no solamente afectaba a los matrimonios del mismo sexo, sino también a otros temas que Celeste y yo hemos estado hablando extensamente con nuestro presidente de estaca… nuestros hijos. Sé que no era la única con el corazón roto acerca de este añadido insultante hasta la injuria, nada de bendiciones para niños o bautismos para nuestros hijos, inmediatamente pensé en el artículo que había publicado y el revuelo que causó».

 

 

Una oración a la Madre Celestial

Ellen K, marzo 2016

«Me enseñaste que era sin culpa

Por ser la mujer no-heterosexual que me convertí al crecer.

Tu Espíritu compartió con el mío, asegurándome,

Que era una Hija de una Madre Celestial y un Padre».

 

 

Frena nuestro sufrimiento

Betyhany R., marzo 2016

«Testifico que he recibido una revelación personal que el amor y el nivel de compromiso de la comunidad LGBT experimenta entre uno  y otro no es menos legítimo que ningún otro, y que tampoco es condenado ni rechazado por Nuestro misericordioso Padre Celestial. Si este conocimiento me lleva lejos de la institución de la Iglesia, entonces que así sea. No puedo negar la verdad en mi corazón, ni tampoco lo que Dios ha puesto allí y sostuvo gentilmente a través de un océano de lágrimas. Mi corazón está eternamente unido a mi Señor. Continuaré arrodillándome ante él, e iré adonde Él me lleve. Le serviré cómo y dónde me sea posible. Y lo amaré sin reservas y sin vergüenza».

 

 

Alas cortadas

Shawna Fisher, marzo 2016

«Me fueron dadas estas maravillosas alas de águila al nacer, pero me dijeron que nunca las usara en la Tierra.

»Me fue dicho que si quería tener mis alas de ángel cuando estuviera en el cielo, debería mirar los demás pájaros volar.

»Y así, mientras veo a las demás aves elevarse en el aire, seguido me pongo a llorar.

»Desde la paloma al colibrí, de la golondrina al halcón.

»Los veo desde mi sitio privilegiado, porque mis zapatos están llenos de piedras.

»Tengo estas alas, pero no puedo volar.

»Puedo.  Ellos dicen. Pero solamente cuando muera».

 

 

Hermana, ¿puedo besarla?

Emily W., febrero 2016

«Nuestras madres escondieron sus diarios

Y nos enseñaron a hacer lo mismo

Pero nadie me enseñó cómo amar

A una chica hecha de lluvia».

 

 

Mi esperanza

Afknick, enero 2016

«Estoy buscando, tratando de encontrar la más pequeña rastro de esperanza. La más delgada astilla de evidencia de que estoy segura o de que soy deseada, dentro de esta religión que me ha dado forma y me ha criado. Lo que encuentro, es que, como lesbiana mi orientación, mi deseo de ser amada por y amar a alguien de mi mismo género, es más importante que mis acciones.

»Es más importante que los bebés que puedo proteger, o las noches sin dormir en el hospital cuidando la frágil salud de mis niños. Es más importante que los meses pasados enseñando a un abandonado niño con problemas de desarrollo de seis años cómo usar el baño; más importante que la alegría cuando el mismo niño de seis años anduvo en bicicleta por primera vez en su vida. Es más importante que las relaciones que he cultivado con amigos y familias; relaciones que han crecido tanto que hacen que mis amigos se sientan cómodos dejándome tener a su bebé recién nacido y su niño pequeño conmigo por días mientras se recupera de un problema de salud. Y definitivamente más importante que los meses de trabajo y esfuerzo y amor requeridos para volver a unir a una madre con su bebita».

 

 

Cómo es ser una lesbiana exmormona

Sarah S., enero 2016

«El cinco de noviembre de 2015 se filtró un documento que declaraba que las personas comprometidas en un matrimonio homosexual son apóstatas, traidores que no podrán entrar de ningún modo al cielo, cuyos niños no podrán participar en los rituales de la Iglesia a menos que desconozcan a sus padres. Hablé con veinte mujeres —mujeres quienes de identificaban como lesbianas, no-heterosexuales, pansexuales, y bisexuales— acerca de sus experiencias, esperando poder armar una narrativa coherente. Quería tomar la información y acomodarla para hacer una historia que tuviera sentido en una situación que no lo tiene.

»El mormonismo no tolera la desviación de sus dogmas. Si tú sacas un ladrillo, entonces toda la estructura se viene abajo, es una arquitectura horrible para construir una torre. Y también para sus decisiones legales (Propuesta 8, en California), 2500 millas de distancia desde mi dormitorio, destruyeron mi fe. Y, por causa de que el mormonismo es un tipo de religión que abarca todos los aspectos de la vida, también me destruyó el sentido de mí misma…

»Para todos nosotros, finalmente, que sentimos esa atracción que no pudimos ignorar, la única que no pudimos descartar con razones. La única que probó que la chica que antes “admiraba” no era una en un millón. Ella era solamente una chica, y también lo éramos nosotras, y por eso era que nos sentíamos de esa manera…

»Todavía, de algún modo, las cosas parecían tomar su lugar correcto, como fichas de dominó colocándose de manera correcta, otra vez, aún cuando yo no sabía quién las habría tumbado. Como Lindsey, quien todavía va a la Iglesia, dice de su propia comprensión: “Entonces todo cobró sentido. Todas las piezas que había estado desparramando vinieron y se juntaron a mi alrededor, y por fin yo me di cuenta de todo”

»El cielo era más azul, la poesía significara alto. A este punto, las mujeres mormonas tradicionales podrían imaginarse un futuro que tuviera sentido, en lugar de no poder imaginar ningún futuro».

 

 

Gracia, medias de chica grande, y el desafío de privilegio heterosexual

Enero 2016

«Soy una lesbiana que no ha salido del armario, pero mi tía ha sabido que soy gay desde hace mucho tiempo. Nunca le he dicho, y nunca me ha preguntado. Ella solamente sabía. Ella es así. Super em-pá-ti-ca. Unos años atrás le dije que estaba pensando en declarar que soy lesbiana. Esperaba su típica respuesta afirmativa, abierta y comprensiva…»

 

¿Se podrá bautizar mi hijo con sus amiguitos? Reflexiones de una mormona lesbiana

Jessica S., noviembre 2015

«No me quedaré en silencio por más tiempo. Hasta ahora he estado mayormente en paz con mi separación de la Iglesia que crecí, y nunca he hablado mal de ella en público. Mi mayor miedo era ofender a las personas mormonas que veo cada día y que amo quienes no tienen nada que ver con las decisiones de los que están a la cabeza de la Iglesia. Incluso con la historia de la Iglesia que ha sido tan publicada campaña anti matrimonio igualitario en Hawái y California, creo que la Iglesia ha subido su apuesta con esta nueva política castigando a los hijos por los “pecados” de los padres y etiquetando a todos los que están comprometidos en matrimonios del mismo sexo como apóstatas».

 

 

¿Es esto algo con lo que nací?

Taliatha H., setiembre 2015

«No puedo explicar todas las maneras en que la Iglesia trabaja —pero puedo explicar cómo funciona en mi mundo interior: El brillo de mi alma; momentos de reflexión, asombro, o de amoroso consuelo cuando oro; un sentimiento que según leo el Libro de Mormón que conduce al cielo. Esas razones, la mayoría, son la razón por la que la Iglesia es parte de mi gozo y no puedo abandonar— a pesar que ya no soy más miembro. Cuando analizo mi relación con la Iglesia, no siento tanto dolor y frustración como probablemente debería. La razón es que hay otro aspecto de la felicidad que aprendí cuando estudiaba psicología: Me enfoco en cosas que están bajo mi control. Por supuesto que me gustaría que la Iglesia cambie para que acepte más a las personas LGBT. Pero, para poder sentirme en paz, debo jugar un poco un juego mental. Me hago esta pregunta: «¿La Iglesia tiene tanto valor para mí que me debería quedar… aún si nunca cambia?» Para mí la respuesta es: «¡Sí!» Poniendo las cosas en este contexto, me alejo de las cuestiones que están fuera de mi control, y me ayuda a enfocarme en lugar de pensar en el valor que me da la Iglesia. En lugar de preocuparme por cómo las personas me tratarán a mí o a mi familia este domingo, me enfoco en aprenderé y enseñar los principios correctos a mis hijos, en fortalecer mi relación con Dios, y servir a mis semejantes.»

 

 

Comprendiendo las cosas

Taliatha H. marzo 2015

«Una vez que comprendí las cosas, me sentí como si me hubiera puesto anteojos nuevos como si hasta ese momento hubiera visto las muchas cosas en mi vida que parecían confusas y borrosas ahora tenían sentido y se veían claramente. Disfruto y me siento atraída a los hombres, pero los besos y toda la parte física siempre se sintió antinatural. Desde mirar películas hasta leer libros, de alguna manera sabía lo que se esperaba de mí en la situación, pero nunca me sentí apasionada por ningún hombre que me empujara a involucrarme físicamente con ellos. Por esta razón tuve un solo novio y terminé casándome. Rob es una persona maravillosa en cada aspecto, pero el proceso de elegirlo fue algo así como un proceso intelectual. No entendía qué era «la química» y que debería estar allí, pero que no estaba. Me sentí mal por complicar su vida, pero no tenía ni idea que no era heterosexual. Ambos estamos muy agradecidos a Dios por dejarnos en la ignorancia el tiempo suficiente como para tener nuestros cinco maravillosos hijos.»

 

 

Polifonía de tres

Berta M., noviembre 2015

«Ya no podía pensar, leer, medicarme, correr o nadar lejos de mí. No podía ni siquiera componer o tocar el instrumento que una vez me había comprado para mi consuelo y solaz. Había perdido mi música y mi luz. Estaba en este estado donde finalmente me permití ser vulnerable con Dios en una forma que nunca lo he sido. En esa pequeñísima tienda oré: «Dios, ¿tú me amas como soy?» El amor que sentí a continuación sobre mí fue suficiente para cambiar mi percepción de Dios, de la vida, de mí misma, para siempre. La llamé mi personal arboleda sagrada. No había árboles, no había tierra salvaje para romantizar mi narrativa. Era solamente una habitación cavernosa, pero esa oración alteró el camino que había caminado en secreto, en soledad, y en vergüenza. Me iluminó el camino de salida del valle de sombras a un valle de pastos verdes, al lado de aguas tranquilas. Restauró mi alma y me revivió.»

 

 

Enseñado por sus madres

Annalaura S., noviembre 2015

«Annalaura Solomon fue criada por sus madres lesbianas y se unió a la Iglesia 12 años atrás, a los dieciocho años de edad. En la entrevista, Annalaura describe su amor por ellas y ofrece su perspectiva de la nueva regla que fue añadida al manual uno acerca de las parejas gais y sus hijos.»

 

 

«¿Buena chica, o asexual?»

Megan H., julio 2014

«Quizá esto fue el por qué estaba teniendo nada de suerte en el romance; ¿quizás era lesbiana? Muy cuidadosamente comencé a mirar a las mujeres a mí alrededor de la misma manera que lo había hecho con los hombres, preguntándome si alguna de ellas encendería la chispa de la atracción física. Antes de no demasiado tiempo, me di cuenta que no había nada allí, esto me trajo tanto alivio como decepción. Alivio, porque sé lo terrible que la Iglesia trata a aquellos que son gais o lesbianas. Sabiendo que era uno de ellos iba a poner mi vida patas arriba. Aún así… el pensamiento de tener una persona quién realmente me entendiera, con quién podría pasar el resto de mi vida era una idea tan atrayente. Ya había descartado la posibilidad de encontrar a un hombre que me hiciera sentir de este modo; y ahora también las mujeres quedaban fuera también. Entonces, ¿dónde me dejaba eso?»

 

La Ley de Castidad Gay

Hermia L., noviembre 2013

«Quiero simplemente compartir mi experiencia como ser humano, y espero que eso pueda abrir un espacio útil para la conversación y de introspección. En cuando a la segunda meta, creo que es el momento apropiado que admitamos que hay una enorme diferencia entre la ley de castidad que se espera que cumplan los miembros heterosexuales y la ley de castidad que se espera que cumplan los miembros gais. Como explicaré después, no son la misma y no tienen la misma dificultad para seguir. Por esta razón me referiré como si fueran dos leyes diferentes: la ley de castidad gay y la ley de castidad heterosexual.»

 

Cambiando de opinión

Kathy C., julio 2013

«Mientras puedo contemplar las posibles conclusiones de los años de ser encerrada en la oscuridad como la innecesaria tortura de un Dios falsamente modesto, personalmente no me siento de esa manera. Aún cuando pienso que ha habido mucho dolor, Dios ha renovado mi fuerza cientos de veces. Aún cuando parecía que cada cinco minutos perdía mi fe en mí misma, Dios me elevaba los ojos, me ayudaba a reír y me confortaba. Aún cuando ha habido muchas veces que sentía como si hubiera perdido mi integridad (mis opiniones de la Iglesia, mi situación, de todo lo demás, que había sido tanto que en un minuto me sentía de una manera y al minuto siguiente estaba pensando de manera contraria), y aún creo que me siento tan perdida en un mar de ruido, Dios camina pacientemente a mi lado, me espera que vuelva mi cabeza hacia él y le pregunte por Su opinión. En este punto de mi vida, no estoy segura de por qué, pero siento como que parte de la razón de porqué era importante para mi caminar este camino era para saber que: a) No podía cambiar porque b) no estaba descompuesta, y c) Dios nos ama, camina con nosotros, conspira por nuestra felicidad.»

 

 

¿Qué mujer nacida mormona, ampliamente asumida como lesbiana fue la más amada y rica artista en América al principio de los años mil novecientos?

Carol Lynn P., Junio 2013

«Al ser estudiante de teatro en la Universidad de Brigham Young, donde recibí mi título en Arte, estaba, por supuesto muy consciente del nombre Maude Adams. Sabía que su madre mormona había sido parte del elenco estable del famoso teatro de Salt Lake en la compañía de Brigham Young. Sabía que Maude había dejado Utah y sus raíces mormonas y se volvió exitosa en el este. Sabía que ella originó el papel de Peter Pan, el cual fue escrito especialmente para ella y su amigo James M. Barrie.

»Pero no tenía idea que, de acuerdo a Wikipedia, ella se volvió “la más exitosa y mejor pagada artista en su día, con una ganancia anual de más de un millón de dólares durante sus años dorados.” Y, ciertamente, no sabía que ella había sido ampliamente conocida por ser una mujer que amaba a las mujeres y que ella comparte una lápida con su compañera de cuarenta años.»

 

 

El caso de las lesbianas perdidas: ¿Dónde están las mujeres no-heterosexuales en el mundo de los SUD LGBTQIA/AMS?

Hermia L., Mayo 2013

«Después de muchas charlas con las mujeres no-heterosexuales acerca de las falta de mujeres no-heterosexuales en el mundo del LGBTQIA/AMS, He desarrollado tres teorías acerca de por qué las mujeres no-heterosexuales están perdidas y cómo podemos parar de marginalizar a las mujeres no-heterosexuales.

»La primera teoría es simple: Las mujeres no-heterosexuales están perdidas porque nosotros hemos fallado en hacer sus (nuestras) historias públicas. Cuando empecé a explorar la cultura LGBT/AMS SUD, la falta de mujeres no-heterosexuales me causó que dudara de mi propia identidad no-heterosexual. No podía evitar pensar que muchas otras mujeres no-heterosexuales han tenido la misma experiencia, y han reprimido su identidad no-heterosexual porque han sentido que no hay lugar para ellas en la cultura LGBT/AMD SUD. La segunda teoría es que las mujeres no-heterosexuales no se encuentran porque todavía no se han dado cuenta que no son no-heterosexuales. Al tiempo que estaba compartiendo mi historia con otras mujeres no-heterosexuales, muchas se han identificado con esta narrativa. Ellas atribuían su completa falta de excitación sexual en sus relaciones con hombres por causa de su rectitud y su natural libido bajo femenino. El problema de enseñar a las mujeres que no son seres sexuales es que daña las sexualidades de todas las mujeres, independientemente de su orientación. Para permitir que las niñas jóvenes desarrollen su sexualidad de una manera sana, debemos dejar de difundir el mito de que no son tan sexuales como los niños. La tercera teoría es que las mujeres no-heterosexuales faltan en la cultura LDS LGBTQIA / SGA porque abandonan la Iglesia a un ritmo más rápido que los hombres no-heterosexuales. Como muchas mujeres mormones en el Bloggernacle han señalado, es bastante difícil ser una mujer en una Iglesia extremadamente patriarcal, y mucho menos ser una mujer no-heterosexual. Además, la cultura mormona tiende a valorar a las mujeres casadas por encima de las mujeres solteras. Los hombres no-heterosexuales dignos del templo que eligen permanecer en la iglesia todavía pueden recibir el sacerdocio, sin importar su sexualidad.»

 

 

Tocando desde su corazón

Tina R., mayo 2013

«Tina sabía desde muy joven que la música era la vocación de su vida y que es saxofonista profesional en Nueva York. Tina tardó más en darse cuenta de que era lesbiana, pero un período de inactividad de la Iglesia no le impidió pagar su diezmo cada mes. Fue el aprecio y la práctica del budismo lo que llevó a Tina a regresar a la Iglesia en su extraordinario viaje de regreso a la actividad.»

 

 

Entendiendo quién es ella

Bridey J., junio 2012.

Actualmente, la presidenta del club Entendiendo La Atracción Hacia el Mismo Sexo de la Universidad de Brigham Young, Bridey Jensen, ha pasado sus años en la universidad aceptando el hecho de que es gay. A pesar de que ha sufrido a través de años de lucha y depresión, Bridey ahora se siente más segura y amada por Dios de lo que nunca antes.

 

 

Documentando la experiencia lesbiana

Karen E., junio 2015

Karen Everett es una cineasta independiente que vive en San Francisco. Sus galardonados documentales y sus memorias de películas personales han participado en festivales de todo el mundo, transmitidos por televisión y distribuidos a los mercados educativos y de video casero. Después de asistir a la Brigham Young University a principios de los 80, Everett se mudó a Massachusetts, donde aceptó su lesbianismo y se enamoró de una mujer. Dos de los documentales relevantes de Mormón de Everett son «My Femme Divine» y «Framing Lesbian Fashion». Parte de la memoria y parte del documental, «My Femme Divine» se basa en las enseñanzas mormones y la psicología junguiana para explorar la mística de la lesbiana masculina y la lesbiana femenina. A lo largo de esta película notablemente trabajada, dos grupos vivos hablan de masculina a masculina y femenina a femenina, acerca de la química yin-yang y un amor que limita con la adoración. «Framing Lesbian Fashion» incluye un relato semiautobiográfico del «viaje de la moda» de la directora Karen Everett, de un estudiante tradicional mormón de la Universidad Brigham Young, que saldrá en Northampton, Massachussets, apodado «Lesbianville, Estados Unidos». Más de su trabajo puede ser encontrado aquí

 

Amando a ambos, hombres y mujeres

Joyce B., abril 2003

«Cuando descubrí lo que la gente decía de mí, estaba devastada. Comencé a preocuparme obsesivamente por aparecer demasiado cariñosa con otras mujeres. Durante casi tres años ni siquiera besé a mi propia madre. Por el contrario, comencé a actuar como un «chico loco». Perseguí a los chicos y fantaseé obsesivamente acerca de casarme algún día y tener hijos. A menudo me he preguntado si mi patrón de elección de hombres no disponibles comenzó entonces, porque los chicos que perseguía casi nunca les gustaba yo.

 

LIBROS:

«Salvando a Alex» por Alex Cooper y Joanna Brooks

«Realmente importa que hay gente en comunidades conservadoras y religiosas que hablan de un Dios amoroso y compresivo, incluso cuando otros no.

»Sin duda, yo había sido una niña difícil. Pero yo siempre les había dicho la verdad y me habían castigado… Siempre había sido la chica que no encajaba en las expectativas de los demás, la curiosa, la cabezona, la que estaba al borde de la multitud, que no creía todo lo que le enseñaron, que soñó con huir a la ciudad. Siempre había sido diferente. Esa diferencia me haría fuerte.

»Mis padres tenían que creer que había un plan que haría que todo estuviera bien y que estuvieran a salvo… pertenecer a una comunidad que les decía que estaban bien, aunque no tuviera lugar para gente como yo… igual que la gente de San George que vieron a Johnny y a Tiana golpearme en el estacionamiento del supermercado, pero no pudieron encontrar la voz para intervenir, al igual que los misioneros que me vieron en el supermercado pero no pudieron decir nada… mis padres estaban encerrados en su necesidad de creer y pertenecer, tan encerrados en su hambre de respuestas que no podrían estar conmigo en mis preguntas y mis luchas como una chica gay en una religión que era tan imposible para personas como yo. No los culpaba entonces, y no los culpo ahora. Sin embargo, darme cuenta dolió. Me dolió profundamente.»

 

Feminismo mormón: Escritos esenciales» editado por Joanna Brooks, Rachel Hunt Steenblik y Hannah Wheelwright

«Recopilando ensayos, discursos, poemas y prosa, el feminismo Mormón presenta las diversas voces de las mujeres mormonas al desafiar suposiciones y estereotipos, impulsar el progreso y el cambio en la Iglesia SUD contemporánea y unirse a otras feministas de fe con la esperanza de construir un mundo mejor.»

A pesar de que casi no hay ninguna referencia a las mujeres no-heterosexuales, este libro es el primero en abordar lo que significa ser mormón y feminista.

 

«La confesión de una lesbiana exmormona no arrepentida» por Sue-Ann Post

Cualquiera que conozca el trabajo como comediante de Sue-Ann Post se dará cuenta de que no tiene miedo al abordar problemas difíciles en sus monólogos. Ella puede hacer que un público llore de risa mientras trata con franqueza con temas tan poco graciosos como el incesto o el dolor que proviene de ser rechazado por su familia. Ella usa la misma táctica en su libro, aunque no tanto para dar un efecto cómico sino para hacer una investigación profunda de la religión y su educación como una mormona. A los 41 años, Post ha hecho un viaje tortuoso hacia la reconciliación con su pasado, y el libro que ha escrito ahora —lleno de comprensión y profunda reflexión— nunca habría sido posible hace diez o quince años atrás.

El libro surgió de una invitación a aparecer en la conferencia de Afirmación, mormones gais y lesbianas, celebrada en Salt Lake City, Utah. Rápidamente se sugirió como un tema ideal para un documental filmado, y después de superar numerosos obstáculos eventualmente el popular programa de televisión ABC «Compass» llegó a bordo. El libro comienza con una historia de cristianismo, bien documentada y cuidadosamente discutida, seguida de una visión histórica de la fe mormona. Aquí Post equilibra sus cambiantes opiniones sobre la fe y la religión y ofrece ideas sobre ambos a través de vislumbres de su vida y escritura desde el momento de su ruptura con la Iglesia mormona. En el momento de leer estos capítulos, estaba en parte impaciente porque Post llegara a Utah para mezclarlo con los mormones no-heterosexuales, pero al final del libro apreciaba el nivel de detalle y el fundamento filosófico de esta sección. Trabajó para profundizar mi comprensión de su tiempo en Utah y mostró una inteligencia impresionante y amor al aprendizaje.

 

PODCAST:

 

Fuera en Sión #4 — 30 de agosto del 2015

Una discusión explorando lo que es ser una mujer LGB en el contexto de la cultura SUD. Los colaboradores discuten los obstáculos que encontraron, cómo desarrollaron una identidad LGB positiva y sus procesos individuales de determinar sus opciones sobre relaciones románticas.

 

Fuera en Sión #41 — 26 de junio del 2016

Podcast regulares de Berta Márquez y Kendall Wilcox para tomar la conversación por el camino para incluir a los miembros locales de su comunidad en Provo, Utah. Primero se ponen en contacto con David y Christian, jóvenes intelectuales mormones que han pensado profundamente en el consejo de identificarse únicamente como «hijos de Dios» y cómo afecta esto en su capacidad de actuar como individuos sanos y llenos. Luego, Berta y Kendall se detienen cerca de la casa de Susan para escuchar a una artista, esposa y madre mormona, que lucha por mantener su espacio en su comunidad SUD al mismo tiempo que proyecta su amor y aceptación a sus amigos LGBT y seres queridos. Finalmente, Berta y Kendall se sientan con Celeste y Keisha, una pareja recién casada que intenta sentirse parte de la comunidad en su vecindario de Provo.

 

Historias mormonas #623 — 22 de febrero de 2016

Elizabeth Grimshaw se crió dentro de la fe mormona. Ella sabía que era lesbiana cuando era adolescente, pero pasó sus primeros años (adolescentes y en sus veintes) tratando de salir con hombres y casarse con un hombre. A los 30 años, después de muchos intentos fallidos de ser «hetero», se declaró como lesbiana, dejó de asistir a la iglesia SUD y comenzó a salir con mujeres. Elizabeth encontró una pareja seria hace 10 años, y se casó con ella hace 8 años. Actualmente están criando felizmente a una hija en Salt Lake City, Utah.

A pesar de que Elizabeth no ha asistido a una congregación mormona desde los  30 años, recientemente fue abordada por su obispo SUD (a quien nunca había conocido) en la entrada de su casa, y le dijo que: Primero, necesitaba orar a Dios acerca de si dejar a su esposa e hija; y, segundo, que si no se divorciara de su esposa e hija, que ella se enfrentaría a la excomunión de la Iglesia SUD.

 

VIDEOS:

 

Voces desde el exilio: Historias de Lesbianas Mormonas

Marzo del 2004

Comenzando con la primera entrevista en noviembre de 1999, Randall filmó a las lesbianas mormonas dispuestas a hablar a la cámara de sus experiencias en la cultura. Muchas mujeres se negaron a ser registradas, temiendo la pérdida de amigos y familiares, así como estar dentro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (SUD) o la Iglesia Mormona. Ya sea filmado o no, las historias que se muestran, se centraron en su dolor y angustia mientras lidiaban con la exclusividad de ser mormona y lesbiana.

 

 

Diferentes entre sí, Katie C.

Después de años de intentar cambiar por su cuenta, Kathy recurrió a la terapia para cambiar la orientación sexual, para cambiar su atracción hacia las mujeres. Pero la premisa principal de esa terapia —que algún tipo de abuso o daño estaba en el centro de su orientación— nunca encajaba en sus propias experiencias de vida. Entonces su presidente de la estaca SUD recomendó a Kathy recursos que no implicaban el intentar cambiar ella misma y ella comenzó a leer todo que ella podría encontrar sobre mormones gais.

Mientras leía el relato de un hombre acerca de que ya no le pedía a Dios que cambiara su atracción por los hombres, sino simplemente preguntándole a Dios lo que pensaba acerca de eso, todo cambió para Kathy. Cuando oró y le preguntó a Dios acerca de su orientación, sintió la aprobación de Dios y su deseo de encontrar esposa y ser feliz. Por primera vez desde que tenía seis años, su deseo de morir se había ido, y ella sentía un nuevo entusiasmo por la vida.

Aunque Kathy no está actualmente activa en la iglesia SUD, ella ama y respeta a su familia y amigos mormones, y cree que algún día la Iglesia tendrá espacio para gente como ella. Ser una lesbiana mormona ha enseñado a Kathy que Dios nos ama a todos nosotros, que Él es feliz por todos nosotros, y que hay esperanza ahí fuera.

 

 

Ellen K.

Desde que era una niña, Ellen sabía que era diferente, pero no fue hasta la secundaria que se dio cuenta de que no se sentía atraída por los chicos. Trabajó duro para cortar su atracción por las chicas, pero ser deshonesta consigo misma le hacía difícil ser honesta con los demás, incluidos sus padres. En la universidad, Ellen se convirtió a la Iglesia, pero al oír a sus miembros de la sala culpar a los problemas del mundo de los gais, se mencionaron todos los temores y vergüenza de Ellen. Se aferró a la promesa de los misioneros de que el sacrificio y los pactos conducirían a bendiciones, y la mayor bendición que deseaba era no ser gay. Ella puso sus papeles de misión, esperando que su servicio permitiera a Dios a quitar su atracción a las mujeres.

Poco antes de tomar la investidura en el templo, Ellen reveló su orientación a su obispo, aunque ella estaba viviendo la ley de la castidad. El obispo revocó su recomendación del templo y le dijo que la Expiación de Cristo no cubre el pecado de la homosexualidad. Ellen se sintió devastada, y aunque su siguiente obispo respondió con mucho más bondad, ella todavía luchó con la pregunta de por qué era gay. Poco tiempo después, mientras oraba en el baptisterio del Templo de  Oqrr Mountain, Ellen recibió un fuerte testimonio espiritual de que Dios la amaba como era, y que debía encontrar esposa y prepararse para una familia. Esta revelación permitió a Ellen levantarse por encima de su depresión y comenzar a salir mientras seguía asistiendo a la Iglesia. Tener el Espíritu en su vida no ha desaparecido porque ella es gay y está saliendo con mujeres.

 

 

Elise y Sam

El lema de Sam y Elise se ha convertido en: «No puedes esperar respeto a menos que estés dispuesto a darlo.» Sam y Elise se conocieron en la universidad y al instante se convirtieron en mejores amigas —no sabían que eran gais en ese momento. No pasó mucho tiempo antes de que se dieran cuenta de que su relación se estaba convirtiendo en algo más que una simple amistad. En ese tiempo, la Iglesia era una parte muy importante de sus vidas. Trabajaron duro para luchar contra su creciente relación romántica, ocultándola de sus padres, obispos y consejeros profesionales y grupos de apoyo, muchos de los cuales respaldaban su creciente creencia de que tendrían que elegir entre una relación mutua y la participación en la Iglesia, (un obispo incluso comparó la homosexualidad con el asesinato). Resultó ser una decisión muy difícil: la Iglesia era algo más que su sistema de creencias, era su cultura también. Sin embargo, eligieron su relación, que continúa siendo difícil para sus familias, quienes también sienten una presión para escoger entre las enseñanzas de su Iglesia y su relación con Sam y Elise.

 

Anna

Salir del clóset como lesbiana ha enseñado a Anna más sobre dejar que el amor y dejar que el miedo ir, que cualquier otra experiencia de vida. Cuando se volvió más abierta sobre su sexualidad, experimentó una amplia gama de reacciones, desde el apoyo de un compañero de trabajo y el amor de su familia, hasta los amigos que se alejaron. A través de todo esto, Anna ha llegado a creer que el miedo está en el corazón de nuestra incapacidad de amar a los que son diferentes de nosotros. Pero cuando ella dejó de preguntar, «¿Por qué yo?» Y comenzó a preguntar, «Dios, ¿qué quieres que haga con esto?» Toda la vida de Anna cambió. Hoy ella está feliz de poder finalmente decir que ella realmente se ama a sí misma y que sabe que su Padre Celestial la ama tal como ella es. Aunque ya no se siente como en casa en la iglesia, grupos como Afirmación, Mormons Building Bridges y Family Fellowship, le han dado el apoyo y el espacio necesario para cavar profundamente y elegir lo que ella quiere para su vida. Como «maestra de su propio destino», Anna siente que finalmente tiene una razón para vivir y ser feliz mientras escoge lo que es correcto y verdadero para ella.

 

 

POESÍA Y TRABAJO CREATIVO:

 

Chica-Chico, Chico-Chica

Por Aubree Lyman

No tienes ni idea de lo mucho que traté de desaparecer por ti. Al principio eran sólo las partes que sabía que no te gustaban. Las partes de mí que era hombre y atraído por las mujeres, y triste. Me crié para creer que vivía en un mundo de contrarios y me dolía tanto porque era demasiado, siendo un niño y una niña al mismo tiempo. No puedes ser ambos, por lo que cortar la parte del niño debe ser fácil, ¿verdad? Sólo tratando de deshacerse de la parte de mí que era varón era como tratar de blanquear el azul del lavanda. El rosa desaparecerá también. No puedo ser sólo una mujer, sólo atraída por los hombres, sólo feliz o triste… Tengo que ser ambos o no soy nada. Y me di cuenta de que la parte de mí de la que podía deshacerme, la parte que realmente estaba causando todo el dolor fue la parte que insistía en elegir un lado, porque no hay lados para mí. Sólo soy una niña-muchacho-niña que siente tantas cosas al mismo tiempo y si quieres fingir que estoy mintiendo o que soy ingenuo, entonces adelante. Pero no puedes hacerme desaparecer. Porque por primera vez en mi vida estoy feliz de existir. Así que eso es lo que quería decirte. ¿Traje chocolate si te hace sentir mejor?

© 2016 Aubree Lyman

 

 

El espacio entre pronombres

Por Lee Bobbie

Lo primero aquí no fue una palabra

Y entonces aprendí una palabra

Gay.

Y entonces una más específica palabra para las personas que somos

Asignadas femeninas al nacer

La palabra que empieza con L

Y eso fue lo que he dicho

La palabra que empieza con L.

Pero nunca

La palabra misma.

 

Y por un largo tiempo

No pude decirla

Y

No pude darme cuenta por qué.

 

Tratamos de encajar

Dentro de palabras que existen

Porque las palabras significan que existimos

Aún cuando ellas no nos describen bien

Aún cuando se sienten tan incorrectas

Pero no hay nada equivocado en mí

¿Lo hay?

 

Nunca fui una de ellas, chicas o mujeres

No sentí que fuera una, no

Pero traté malditamente

Y así como la danza de simulación de heterosexualidad,

Fallé

Miserablemente.

 

Pero también

Siempre supe

Que nunca quise crecer para ser

Un hombre.

 

Entonces, ¿qué era yo?

¿Qué soy?

 

No soy rosa o celeste

A pesar que ciertamente me gusta el color azul,

Quizás, quizás

Solamente soy mi propia tonalidad.

 

Pero también,

¿Qué demonios es rosa o celeste?

Los colores como el género

Son asignados por la cultura

El mismo momento que tu «apareces»

Colores como el género

Asignados por la cultura

No por tu propia voluntad.

Es como decir a las personas heterosexuales

Que no pueden gustar de los arcoíris.

 

Camino en esos espacios

Los espacios entre pronombres

Pegados a nuestra cara

Ella, suya, suyas, él, suyo, suyos

Como deseo poder encajar en algún lado, de algún modo

Sin embargo, ¿para complacer a quién?

 

No es una gran cosa me digo

No es como si quisiera tomar hormonas

O tener cirugías

Para ser yo misma

 

Okey, mentí.

 

Así como lo hace mi cuerpo.

 

Tengo una disforia en la parte de arriba de mi cuerpo

Nunca quise esas cosas

Y pienso que las tengo «pequeñas»

Bueno, ahí están

Lo han estado desde que tengo doce.

 

Porque nuestro cuerpo tienen una mente en sí mismos

Tal como nosotros tenemos

Y mi mundo ideal

Esas dos mentes serían una sola

Y la mía sería

En las palabras de mi amiga Zoie,

Un muñeco Ken,

NO BARBIE,

KEN.

Porque Ken no tiene esas cosas

Y KEN TAMPOCO TIENE OTRAS COSAS

Ken no tiene

Nada.

 

Excepto una cara bonita.

Bueno, deseo creer que es más que una cara bonita.

Y todo esto porque los humanos somos complicados seres

Me gustarían cosas

En mi futuro

Niños.

Sí, las personas como yo queremos niños, también.

 

Y mientras tanto

He suprimido la ansiedad extrema

Acerca de cómo la gente me mira

Me cuestionan

Me miran fijamente

Y no sólo cuando necesito ir al

Cuarto de baño.

 

Ah, el baño.

Oh la incomodidad y la confusión en las caras de la gente

Mientras mantengo mi mirada al suelo

Y marco una línea recta rápidamente a un cubículo

Y ser

Tan invisible como es humanamente posible

 

Porque una vez cuando yo no era tan invisible

Una señora entró y me vio

Y ella se veía tan sorprendida que antes de que pudiera detenerme

Dije,

«Lo siento.»

 

«Lo siento»

Supongo que he estado diciendo eso mucho

Sentido eso mucho

 

Así que a menos que tenga que responder yo no lo hago

Como cuando alguien me llama como «señor»

Sé que mi voz me traicionará,

Causando vergüenza al otro.

 

No soy un «señor»

Creo que está bien si piensas que lo soy

Mientras no sea un asunto de baño

Mi silencio resulta en un final «pacífico»

Pero tal vez en lugar de «señor» o «señora»

Podríamos tratar de usar la palabra,

¿«Amigo»?

 

En verdad estamos condicionados a ser esto o aquello

QUERER ser esto o aquello

ASUMIR que otros SON ESTO O AQUELLO

Pero, ¿qué pasa si NO somos esto o aquello?

Y si tal vez, SOLO TAL VEZ

Eso está bien.

 

Yo soy.

Estamos.

Ambos, ninguno, o nadie.

Y no sólo uno.

O el otro.

 

Durante mucho tiempo creí

Que el género es eterno

Y eso fue dificil

Porque

Yo creía en algo que

No tenía un lugar para mí

 

Tanto como ser no-heterosexual, me imagino.

 

Al principio no había una palabra.

Y entonces aprendí una palabra.

 

Agénero.

 

Soy una persona agénero de presentación masculina

Pero no soy un hombre

O una mujer

 

Yo soy solamente

Yo.

© 2016 Lee Bobbie

 

«La maldad nunca fue felicidad»

Por Brianna Cluck

Crecí en un hogar religioso y, si hay una cosa que siempre recordaré, es que la maldad nunca fue felicidad.

Mientras crecía, era sólo una frase que escuché a veces en la iglesia, pero luego la sentía dentro de mí. En todos lados.

Pasó de ser escuchado una vez cada par de meses a, aparentemente, cada semana en la Iglesia.

Apareció al hablar de mi hermano que se gana la vida como programador, pero que se había declarado ateo.

La maldad nunca fue felicidad.

Apareció mientras caminaba al trabajo y olía el aroma acogedor de café de la tienda de la esquina.

La maldad nunca fue felicidad.

Se presentó en el campo de batalla de los tribunales donde parecía que las leyes del hombre estaban en una batalla contra las leyes de Dios.

La maldad nunca fue felicidad.

Se volvió repetitivo, intrusivo, pero al mismo tiempo completamente separado de mi vida.

Y de repente la intrusión irrumpió más allá de mis barricadas.

Forzándome a evaluar mi propio valor, mi propio cuerpo, mi propia identidad.

Jaquearía mis pensamientos poniéndome la camisa, mis pantalones y mi corbata. Llevaría mis escrituras como una espada y mi traje como mi armadura.

La maldad nunca fue felicidad.

Visitaría la poderosa fortaleza de nuestro Dios.

Pero aún así los invasores inundaron, matando cada pensamiento, derrumbando mi psique, saqueando mi alma.

La maldad nunca fue felicidad.

Me encontré, a las 2 de la mañana, en el baño de mi amigo

Limpiando la máscara de mis ojos

Rezando para que todo salga

Orando a Dios todo poderoso

Borrar la marca

De la bestia

 

La maldad nunca fue felicidad.

 

Me senté en la cama, con el cuchillo en la mano.

Rogando a Dios que tome esta amarga copa de mí

Y dejar de etiquetarlo como limonada.

La maldad nunca fue felicidad.

Y luego, de repente

Intervención divina

En forma de texto

De un amigo.

 

Simplemente pregunta:

¿Por qué no transicionas?

 

Fui al doctor

Tomé la píldora amarga

Me pongo mi mascara

Veo la curvatura de mi cuerpo

Y sé que la maldad nunca fue felicidad

Pero nunca he sido más feliz.

 

© 2015 Brianna Cluck

 

Puedes leer el artículo original en inglés aquí

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