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Día internacional de la lucha contra el SIDA

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December 3, 2017

Por David Mans

El primero de diciembre de cada año se conmemora la lucha contra el SIDA y el VIH.

En el año 1981 empezaron a registrarse muertes entre la población homosexual de los Estados Unidos, todas ellas relacionadas con la debilidad del sistema inmunológico, las personas morían por causas normalmente inocuas para la mayoría.

El SIDA fue diagnosticado como tal en el año 1983 cuando se descubrió que todas estas misteriosas muertes las causaba un mismo virus: el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y tomó más notoriedad en el año 1985 cuando el actor Rock Hudson admitió públicamente estar infectado.

Sigue habiendo nuevos infectados cada año.

Durante los primeros años el SIDA era una sentencia de muerte, pero con la evolución del tratamiento es actualmente considerada una enfermedad crónica, que puede ser controlada con antirretrovirales, buena dieta y ejercicio, además de los chequeos que las personas portadoras tienen que realizar con regularidad.

Quizás por esta relajación en cuanto a las consecuencias que nos presenta la enfermedad es que no se ha podido erradicar todavía. Incluso, en Argentina, el contagio ha ido en aumento entre los jóvenes hombres entre 15 y 29 años, según informa el diario La Nación:

De acuerdo con el informe que el Ministerio de Salud de la Nación… disminuyó en estos años la proporción de varones que contraen la infección en relaciones sexuales con mujeres del 51% en 2008-2010 al 42,2% en 2014-2016. «Es una tendencia totalmente inversa a lo que ocurre con los varones que se infectaron durante relaciones sexuales con otros varones, que pasaron del 43,3% en el trienio 2008-2010 al 56% en 2014-2016, es decir, un crecimiento porcentual de casi 13 puntos», se advierte en el Boletín sobre el VIH, Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) en la Argentina. (VIH: crecen los casos en los hombres de entre 15 y 29 años)

La principal causa de contagio es las relaciones sexuales sin preservativo (condón, profiláctico).

Los números del Ministerio de Salud de la Nación Argentina es un reflejo de lo que sucede a nivel mundial. Según el diario español El País, hubo un aumento en el porcentaje de nuevos infectados entre los menores de 30 años: era del 25,9% entre 2004 y 2009, cuando se generalizaron los tratamientos antivirales de alta eficacia. En 2014, último año con datos, los de este tramo de edad representaban el 29,4% (Día mundial contra el Sida: La clave de que no desaparezca).

Lo que informa la OMS

Aunque no se considere una enfermedad mortal, lo cierto es que las personas siguen muriendo por causas relacionadas con el VIH. En 2016 un millón de personas infectadas con el virus han muerto y 1,8 millones de personas se infectaron.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que hay 36,7 millones de personas en todo el mundo viviendo con VIH, y que el 70% de estas personas no lo sabe.

Lo que es más aberrante de esta realidad es que casi la mitad (47%) de las personas adultas infectadas y más de la mitad de los niños (57%) no tienen acceso al tratamiento con antirretrovíricos. Sin tratamiento, se estima que una persona afectada puede sobrevivir de promedio, después de la infección, entre 9 y 11 años.

Según la OMS los grupos de mayor riesgo son:

Hay grupos poblacionales que merecen especial atención por correr un mayor riesgo de infección por el VIH, con independencia del tipo de epidemia y de la situación local: los hombres que tienen relaciones homosexuales, los consumidores de drogas inyectables, los presos y personas que están recluidas en otros entornos, los trabajadores sexuales y sus clientes, y los transexuales. (OMS VIH/SIDA)

Pero lo cierto es que cada uno de nosotros puede contraer la enfermedad, no es para obsesionarse, pero sí para tener cuidado; no solamente por nosotros mismos, sino por los que nos aman y amamos.

Los cuidados para prevenir la infección

El VIH se transmite a través del intercambio de determinados líquidos corporales de la persona infectada, como la sangre, la leche materna, el semen o las secreciones vaginales. Los cuidados que podemos tener son sencillos:

  • Usar preservativo si vamos a mantener relaciones sexuales, o campo de látex, si se trata de sexo entre dos mujeres. Esto es muy importante: no confiar en la palabra de una persona que acabamos de conocer, aunque se vea muy saludable, nunca sabremos si tiene el virus o no (a menos que nos muestre sus análisis).
  • Hacernos análisis de manera periódica, aunque pensemos que no hay forma de que nos hayamos contagiado.

Debemos recordar que más de la mitad de los infectados no saben que lo están.

  • Siempre que debamos inyectarnos algún medicamento debemos ver que se usen descartables y ver cuando los abran.
  • Nunca compartir máquinas de afeitar, ni ninguna cosa cortante con otra persona (no sé por qué alguien querría compartir cosas cortantes, pero hay personas tan singulares en este mundo).
  • Y no es mala idea llevar un par de guantes de látex para cualquier situación que involucre la sangre de otra persona (un accidente, o que le sangre la nariz a alguien, etc.).

No es posible infectarse en los contactos ordinarios cotidianos como los besos, abrazos o apretones de manos o por el hecho de compartir objetos personales, agua o alimentos.

Por lo tanto compartir un mate, un vaso, abrazarse, besarse, y mostrar amor a una persona infectada no va a resultar que nos contagiemos también, y muchas veces es lo que estas personas más necesitan.

Recordemos que cuidarnos a nosotros mismos es cuidar a nuestros seres queridos, que aunque no es una sentencia de muerte igualmente es una enfermedad, que conlleva cuidados y dificultades en el día a día, y complicaciones con otras condiciones de nuestro cuerpo (por ejemplo diabetes, hipertensión, obesidad, etc.) y nuestro medioambiente, que muchas veces no se pueden predecir hasta que no nos vemos involucrados en la situación.

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