Siguiendo nuestra propia luz
Escrito por Luiz Correa
¿Cuántas veces necesitamos una luz para que nos guíe? ¿Cuántas veces nuestra luz no es suficiente para llegar a algún lugar? ¿Cuántas veces nuestra luz falla en medio de nuestro viaje? ¿Y cuántas veces necesitamos una luz más, que no teníamos?
En algún momento de nuestras vidas necesitamos conducir por la carretera en la noche, o incluso ir de pasajero en autobuses y pasamos por carreteras totalmente oscuras, donde solamente las luces del coche nos ilumina. Esta luz del coche que ilumina la oscuridad, sólo nos da la visión de pocos metros delante y nada de los lados, si sacamos los ojos un segundo de esta luz, podemos perder la salida que necesitábamos tomar o incluso atropellar algún animal que puede atravesar la carretera.
Por eso es muy importante que hagamos el mantenimiento de los faros del coche antes de salir de viaje y no perder el foco mientras se conduce.
Nuestra vida es exactamente como un auto que toma camino para llevarnos a algún destino, si no tenemos una buena luz y si no perdemos el foco durante el viaje, llegaremos a nuestro destino, sea cual sea.
Pero ¿cómo mantener nuestras luces en perfectas condiciones de uso, para que no fallen en algún momento de nuestro trayecto? ¿Cómo no perder el foco en esta jornada, que muchas veces tendremos solamente nuestra propia luz para guiarnos?
Cada persona tiene su manera de hacer el mantenimiento de su propia luz, así como cada conductor tiene su mecánico de preferencia o de confianza. Nuestra vida también tiene varios mecánicos de confianza, entonces corresponde a cada uno decidir dónde hacer el mantenimiento de su propia luz. Puede ser una conversación con Dios, puede ser la lectura de libros sagrados, oír a un amigo o pariente experimentado que ya haya ido por los caminos que queremos recorrer, puede simplemente ser meditación, buscando su punto de equilibrio.
Lo más importante con eso todo es que cuando pretendemos seguir un camino es preciso que nuestra luz esté en perfectas condiciones de uso, que sea suficiente para alcanzar nuestro destino y que podamos enfocarnos en este camino, que nada nos haga perdernos en nuestro viaje.
«Descubre tu propia luz, o pasarás el resto de la vida siendo un pálido reflejo de la luz ajena»
Paulo Coelho (escritor brasileño)